Resumen ejecutivo
- Los argentinos y argentinas muestran un mix entre a qué países nos queremos parecer, con quién nos queremos relacionar y las imágenes que tenemos de cada uno de ellos.
- La mayoría de los encuestados muestran una preferencia por el mundo occidental y del hemisferio norte.
- España y la Unión Europea tienen una alta imagen positiva entre los encuestados, sin importar las diferencias partidarias.
- En cambio, los votantes de La Libertad Avanza y de Juntos por el Cambio ven con mejores ojos a Estados Unidos, y los del Peronismo a China. La misma división surge al preguntar con quién deberíamos relacionarnos.
- Un dato sorprendente: resalta la buena imagen de China que tienen quienes eligieron a Javier Milei en las elecciones presidenciales pasadas. No ocurre lo mismo entre los de Patricia Bullrich.
Introducción
La imagen de un país en el escenario internacional se ha convertido en un activo estratégico fundamental. En un mundo cada vez más globalizado, donde las percepciones sobre otras naciones influyen directamente en las relaciones diplomáticas, económicas y culturales, entender cómo se construye esta imagen es clave para cualquier nación que busque mejorar su posicionamiento global. Sin embargo, el contexto político local, tan proclive a la inmediatez y la intensidad que caracteriza a la Argentina, a menudo deja poco margen para reflexionar acerca de los asuntos internacionales, aún cuando mucho de lo que ocurre en el mundo nos afecta en forma directa.
Siguiendo esta dirección, nuestro cuarto informe de Creencias Sociales 2024 busca conocer la mirada de la sociedad argentina sobre otros países y nuestras relaciones exteriores. En concreto, ¿qué pensamos de la Argentina y su relación con el resto del mundo? ¿Con qué países deberíamos vincularnos? ¿A cuáles deberíamos parecernos? ¿Qué imagen tenemos de Estados Unidos, China, la Unión Europea, Israel y España? ¿Qué lugar del ranking mundial (creemos que) ocupa la Argentina?
¿Con quiénes deberíamos relacionarnos y a quién deberíamos parecernos?
Estas preguntas no solo permiten observar las preferencias de los argentinos en materia de política internacional, sino que también brinda indicios sobre qué tipo de alineamiento internacional priorizamos, cuáles son nuestras apuestas para el comercio exterior y qué valores culturales destacamos en el contexto global.
Al comparar los resultados con los del año pasado, Estados Unidos y Brasil se mantienen como las dos primeras opciones para los encuestados, con un 33% y 19% respectivamente. Ambos países representan elecciones claras: Estados Unidos, con su influencia global, y Brasil, con una conexión regional evidente y un fuerte vínculo estratégico en el Mercosur.
Sin embargo, el cambio más notable en las percepciones está en el crecimiento de España y China, que escalaron posiciones de manera significativa. España pasó de un 3% en 2023 a un 10% en 2024, mientras que China aumentó de un 5% a un 9% en el mismo período. Este ascenso refleja la creciente importancia que los argentinos otorgan a estos países, ya sea por su cercanía cultural, en el caso de España, o por su relevancia económica y comercial, en el caso de China.
Estos datos revelan un mapa de prioridades internacionales más diverso y complejo, donde las relaciones tradicionales con Occidente y los vínculos regionales aún predominan, pero comienzan a convivir con un mayor interés por otras potencias globales. Este cambio podría estar marcando un rediseño en la forma en que la sociedad argentina visualiza su lugar en el mundo y sus alianzas estratégicas a futuro.
Esta tendencia general también tiene matices partidarios. Analizamos a los encuestados según sus preferencias por los tres grandes espacios políticos: La Libertad Avanza (LLA), Juntos por el Cambio (JxC) y el Peronismo. Entre los votantes de LLA y JxC, hay una coincidencia clara: consideran a Estados Unidos como el socio prioritario (49% en LLA y 52% en JxC). Por otro lado, los simpatizantes peronistas prefieren fortalecer los lazos dentro de América Latina, destacando a Brasil como principal aliado (34%). Además, los votantes peronistas muestran una inclinación mayor hacia China (13%), en comparación con quienes apoyan a LLA (7%) o JxC (4%).
Por otro lado, cuando se pregunta a qué países los argentinos anhelan parecerse, las respuestas se dirigen hacia Occidente y hacia el hemisferio norte. Estados Unidos aparece como opción privilegiada y lidera el ranking de respuestas con un 33%, seguido por España con un 19%. Esta mirada aspiracional pro-occidental se refuerza si se suman ambos países y, adicionalmente, se consideran las menciones a Canadá (10%) y otros países europeos en menor proporción.
Un punto interesante es el bajo porcentaje de encuestados que elige a China como modelo a seguir: apenas un 3%. Esto contrasta con su posición en el ranking de países con los que Argentina debería relacionarse, donde ocupa el cuarto lugar. Este contraste sugiere un enfoque pragmático: aunque se perciba a China como un socio estratégico clave, no se la concibe como un modelo cultural o político deseable. En resumen, los argentinos parecen decir: “cerca, sí; parecerse, no tanto”.
La imagen que tenemos de otros países.
En esta sección del informe preguntamos cómo los argentinos y las argentinas ven a otros países y bloques regionales en términos de imagen. La consulta se hizo sobre Estados Unidos, China, Israel, España y la Unión Europea (UE).
La Unión Europea tiene una valoración muy favorable, con 7 de cada 10 encuestados con una imagen positiva sobre el bloque (20% de muy buena y 52% de buena). España mejora estos números y se convierte en el país con mejor imagen entre los argentinos: 12% de muy buena y 53% de buena.
Por otro lado, sorprende la paridad en la valoración de las dos grandes potencias mundiales, Estados Unidos y China. Estados Unidos cuenta con un 62% de imagen positiva (20% muy buena y 42% buena), mientras que China alcanza el 57% (17% muy buena y 40% buena). Sin embargo, esta similitud tiene un marcado matiz partidario: entre los votantes del Peronismo, la imagen positiva de China es significativamente más alta (77%) que entre los de La Libertad Avanza (51%) y Juntos por el Cambio (34%).
Esta importante diferencia tiene dos lecturas, no necesariamente contradictorias. Por un lado, se puede afirmar que la disputa política de nuestro país influye, parcialmente, en sendas valoraciones de la imagen que se tiene sobre el gigante asiático. Por otro lado, cabe aclarar que, acaso sorpresivamente, resalta la buena y mayoritaria imagen de China entre los votantes de Javier Milei. Son quienes optaron por Patricia Bullrich en octubre 2023, los más reacios a ver al país con buenos ojos.
La clave partidaria acá aparece como espejo en el caso de Estados Unidos. En este caso, son los votantes de La Libertad Avanza y de Juntos por el Cambio quienes tienen mejor percepción sobre la potencia norteamericana: cerca del 80% para ambos segmentos de votantes. Entre quienes optaron por el Peronismo la imagen positiva cae hasta el 44%. Contrastes de política exterior con lentes interiores.
Por el contrario, la Unión Europea es bien vista, mayoritariamente, por los tres segmentos de votantes. Tampoco se registran diferencias según edad, y sí se vislumbra que, a mayor nivel educativo, la imagen positiva del bloque del Viejo Continente aumenta y es transversal.
Por último, cabe destacar la posición que ocupa Israel en el imaginario social: en el ranking general se ubica en el quinto lugar, con un 38% de imagen positiva, un 26% de neutros y un 30% de imagen negativa. Tercios bastante similares que, en otras palabras, generan valoraciones y percepciones a la luz del conflicto en Medio Oriente que lo tiene como uno de sus protagonistas. En este sentido, pareciera que la opinión pública argentina ha tomado posición y se encuentra, nuevamente, dividida en función del voto de las elecciones presidenciales 2023. Así, los votantes de LLA y JxC tienen, mayoritariamente, una imagen positiva de Israel, mientras que entre los electores de UxP predomina la imagen negativa.
¿Qué lugar tiene Argentina en el mundo?
Finalmente, preguntamos sobre dónde ubicarían a la Argentina en el ranking global por el tamaño de su economía. Si tuvieran que ordenar a los países del mundo en función del tamaño de su economía, siendo 1 una grande y 200 una chica. Los encuestados ubican al país en el puesto 110 (promedio de la encuesta). En otras palabras, una economía a mitad de tabla. Ni chica ni grande: mediana.
Sin embargo, este imaginario contrasta fuertemente con los datos objetivos: según el Banco Mundial, Argentina ocupa el puesto 24° a nivel global, basada en el tamaño real de su economía.
Esta paradoja entre la percepción social y la realidad puede explicarse por el contexto económico adverso de los últimos años, que ha alimentado una sensación de estancamiento y desencanto entre los ciudadanos. Este “choque” entre percepción y realidad es un fenómeno recurrente que venimos observando en nuestra Encuesta Nacional de Creencias Sociales 2024, y este caso es un nuevo ejemplo del impacto del malestar económico en el imaginario colectivo.
Conclusiones
La percepción que los argentinos tienen sobre su lugar en el mundo y sus relaciones internacionales refleja una tensión constante entre aspiraciones culturales, necesidades estratégicas y el impacto de un contexto económico adverso. Por un lado, persiste una inclinación hacia los países occidentales como referentes, especialmente Estados Unidos, España y la Unión Europea, asociados al desarrollo económico y los valores democráticos. Sin embargo, el crecimiento de China como socio estratégico en el imaginario colectivo resalta un pragmatismo en la vinculación internacional, aunque sin traducirse en una aspiración cultural o política hacia el modelo asiático. Esta dualidad sugiere que la política exterior argentina está moldeada no solo por el contexto global, sino también por las divisiones partidarias internas, que filtran y politizan la visión sobre potencias clave como Estados Unidos, China e Israel.
***
Un último dato como bonus track para cerrar el informe. La percepción de China en Argentina, según la encuesta, es notablemente menos homogénea en términos de la formación individual. Entre los argentinos con mayor nivel educativo, la imagen de China es menos positiva, ubicándose en un 55% frente al 63% en el segmento de menor nivel educativo. Diferencias similares surgen en la valoración según la franja etaria: los más jóvenes ven mejor (61%) a la potencia asiática que los adultos mayores (52%). Ambos gaps son, en definitiva, parte del cambio que genera una política activa de soft power por parte del gobierno chino en las nuevas generaciones. Y abre un conjunto de oportunidades y desafíos para la construcción de su imagen en el país y, adicionalmente, en toda la región.
Fecha de publicación
Noviembre 2024
Idiomas
Español
Formato
.pdf