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Resumen ejecutivo

  • Muchos creen, pocos practican: tres de cada cuatro argentinos creen en Dios, pero solo la mitad reza con frecuencia.
  • La invocación a las deidades está en baja, especialmente entre los más jóvenes. Creemos… pero sin ritual.
  • La espiritualidad no necesariamente necesita iglesias: es emocional, transversal y cultural. El 68% de los encuestados cree en los milagros, mientras que el 39% cree en fantasmas o espíritus.
  • ¿La nueva trascendencia? Está en el espacio. El 51% cree que hay vida en otros planetas. La fe se proyecta hacia afuera, hacia otras galaxias, otros mundos y otros relatos.
  • Una astrología más cultural: solo el 12% consulta el horóscopo, pero el 95% sabe de qué signo es. Por otra parte, más personas conocen cuál es el suyo antes que su grupo sanguíneo. Más que un credo, los astros son identidad.
  • La Argentina postsecular: no es el fin de la fe, sino que es otra etapa. Religión, cultura pop, intuiciones y ciencia conviven en un nuevo mapa espiritual. El dogma pierde, pero la necesidad de creer se reinventa.

Introducción

Retomamos nuestros informes de Creencias Sociales 2024 porque nos quedaron cosas en el tintero. Unas bien particulares. En esta entrega singular vamos a abordar la primera parte del quinto informe: los Argentinos y el más allá. Nos corremos un poco del materialismo cotidiano, de lo que pensamos de los derechos y de las libertades, de las percepciones sobre cuestiones políticas y económicas concretas. Vamos, justamente, al más allá.

En términos religiosos, ¿rezamos seguido o casi nunca? ¿Hay vida después de la muerte? ¿Creemos o no creemos en los milagros? ¿Pensamos que existe vida en otros planetas? Los fantasmas, ¿existen? ¿Cuántas personas le prestan atención al horóscopo? Todas las respuestas a estos interrogantes apuntan en una dirección: hay, con marcada claridad, una pluralización de las creencias. No hay una hegemonía ideológica marcada en materia espiritual. Sí, en cambio, hay ciertos patrones emergentes y novedosos.

Religiosidad y prácticas: entre la fe heredada y la desvinculación cotidiana

Los resultados que encontramos muestran un crisol de percepciones sociales en cuanto a la práctica religiosa en el país, la vida, la muerte y los milagros. En lo que respecta al primer punto, uno central para nuestra tradición nacional, nos repartimos entre una mitad que reza muy habitualmente y otra mitad que no lo hace nunca o lo hace muy poco. El 48% indicó que lo practica todos los días o alguna vez a la semana. En cambio, el 46% indicó que lo hace alguna vez en el año o nunca. 

Hay, sobre este punto, una relación bastante directa con la edad. Los adultos mayores son los más practicantes, llegando al 56% (“todos los días” + “alguna vez a la semana”). Entre los más jóvenes, solo 1 de cada 4 reza asiduamente (23% “todos los días”). Es una brecha de casi 20 puntos entre ambas generaciones si tomamos en cuenta quienes rezan frecuentemente (56% vs. 39%). Tradición, patria y creencias.

La práctica religiosa tiene, además, una segunda relación muy clara con la creencia sobre la vida después de la muerte. En primer lugar, cabe destacar que hay una nueva división sobre este último punto entre argentinos y argentinas: un 47% está de acuerdo, mientras que un 45% no está del todo convencido.  Aunque las formas tradicionales de religiosidad declinan, el deseo de continuidad o trascendencia después de la muerte persiste, especialmente entre quienes sostienen prácticas de fe. La práctica refuerza la creencia.

Estos valores cambian parcialmente de acuerdo con la zona de residencia. Parece ser una creencia metropolitana. La población argentina más urbana cree más en la existencia de algún tipo de status luego de fallecer (51% de acuerdo vs. 37% de desacuerdo en la región del AMBA). En cambio, en el resto del país la distribución de las parcialidades creyentes se ajusta más a la respuesta general (44% de acuerdo vs. 47% en desacuerdo). 

En segundo lugar, mientras más practicantes somos, más creemos en la existencia de algún tipo de vida postmortem. El 60% de quienes hablan todos los días con Dios están convencidos de ello. Este valor cae al 39% entre quienes no rezan nunca. Una creencia, valga la redundancia, entre creyentes.

Finalmente, quisimos saber sobre los milagros, esos hechos extraordinarios que ocurren en la vida terrenal y que asumimos son por obra de Dios. En contraste con la polarizada práctica del rezo, una mayoría de los consultados cree en ellos. El 68% indicó que sí, frente a un 31% que remarcó que no. Estos valores son homogéneos según género, edad, lugar de residencia y nivel educativo. 

Estamos, entonces, ante una Argentina que no habla tanto con Dios, pero cree que algo hace. Y que se puede ver en nuestra vida cotidiana.

Sobre extraterrestres y fantasmas

Estos primeros hallazgos nos llevaron a pensar qué ocurre con los más jóvenes, en qué creen y qué observan en el más allá. Por eso nos hicimos la pregunta que se hizo Carl Sagan hace años: ¿estamos solos en el universo? Un 51% cree que hay vida en otros planetas, mientras que un 41% es más escéptico al respecto. El nivel de acuerdo crece entre la población de 18 a 29 años: 55% están convencidos frente a un 39% que no. Estos valores están más equilibrados a medida que subimos en la escala de la franja etaria. 

Esto muestra que los más jóvenes no han abandonado necesariamente la necesidad de creer, sino que solamente han cambiado sus objetos de fe. Esta que también se siente con fuerza en el AMBA, donde el 59% considera que existe vida en otros planetas. En ambos grupos, jóvenes y población metropolitana, la religión organizada e institucionalizada estaría perdiendo adeptos que se dirigen en una búsqueda de nuevos misticismos.

Adicionalmente, quisimos saber qué piensa la población sobre la existencia de fantasmas o espíritus. Un sólido 59% indicó que no, mientras que un 39% dijo que sí. No podemos hablar de una polarización paranormal, pero hay aguas divididas sobre el tema. Hay, además, una relación con la edad: los adultos mayores creen menos (30%) que los más jóvenes (45%). Algo similar ocurre entre los habitantes de las provincias del interior (34%) vs. los del AMBA (51%).

En este dato surge un punto interesante. La creencia en los fantasmas está más vinculada a lo cultural-popular, lo cual no necesariamente exige afiliación religiosa. Los fantasmas no tienen templo, pero forman parte de relatos, leyendas, series y películas. Su existencia, para algunos, valida la idea de una persistencia anímica postmortem sin adscripción teológica.

Esta creencia no remite a lo religioso tradicional, pero cumple funciones similares: de algo superior o desconocido que está más allá de la experiencia cotidiana. La fe en lo extraterrestre puede verse como un nuevo imaginario trascendente, compatible con narrativas científicas, ficcionales o conspirativas. La juventud, menos aferrada a instituciones religiosas, encuentra aquí nuevas formas de sacralidad o misterio. Es una creencia que permite conjugar ciencia, curiosidad y asombro sin pasar por los templos.

Horóscopo y astros vs. el grupo sanguíneo

Menos sólidas resultan las preferencias por otra dimensiones de las creencias espirituales. Una porción muy menor de la sociedad consulta el horóscopo: sólo el 12% informó hacerlo todos los días o alguna vez a la semana. En cambio, 3 de cada 4 consultados indicó no hacerlo nunca (73%). Estos valores son bastante homogéneos en términos de edad y nivel educativo, con un leve cambio entre quienes tienen solamente educación secundaria (cae al 68% los que no lo hacen nunca). 

Dato de color: donde no hay grieta es en términos de preferencias políticas. No encontramos ninguna relación entre los que votaron por Sergio Massa (Unión por la Patria), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) o Javier Milei (La Libertad Avanza). Los votantes de los tres espacios políticos respetan la distribución de las preferencias para consultar el horóscopo.

Finalmente, y a modo de cierre, sumamos al análisis datos del Observatorio Hacer Educación (UBA) para comparar el conocimiento sobre el signo del zodíaco y el grupo sanguíneo. Encontramos que mientras que el 95% de los consultados sabe cuál es su signo, este valor cae al 90% respecto del tipo de sangre que cada uno tiene. Esta diferencia, aunque menor, revela cómo ciertos elementos culturales adquieren centralidad identitaria incluso sin ser relevantes para la salud o la ciencia.

Al mismo tiempo, los valores reportados son llamativos dado el poco uso cotidiano que se le da al horóscopo en el país y el bajo interés que despiertan los signos entre los consultados (69% respondieron “poco” y “nada” de interés). Sorpresas te dan las encuestas.

Conclusiones

En términos generales, la Argentina parece combinar hoy un proceso de secularización institucional con persistencia cultural de la religiosidad y apertura a formas de trascendencia alternativas. Tal como presentamos anteriormente, la práctica religiosa no es masiva o generalizada en el país, pero sí creemos que hay cosas que ocurren que no son obra nuestra. Y a pesar de lo que se percibe públicamente, el horóscopo no necesariamente reemplaza a la religión como actividad mística.

Tampoco estamos muy seguros sobre qué ocurre después que morimos. Nos dividimos de la misma manera que frente a las conversaciones con Dios. ¿Y la vida en otros lugares alejados? Bueno, también estamos dudando.

En este crisol de creencias, detectamos algunos patrones interesantes. La religión tradicional aparece en retroceso entre jóvenes y sectores educados. Surgen en su reemplazo formas nuevas y laicas de fe (la vida extraterrestre, las energías y los milagros). En este sentido, las prácticas son más eclécticas, más personalizadas y menos institucionales. 

Este proceso de reemplazo, sin embargo, tiene su desacople entre identidad y práctica: muchos saben su signo, pero pocos creen; muchos se dicen creyentes, pero pocos rezan. Surge así un paisaje postsecular: no se trata de una sociedad que abandona toda creencia, sino de una que crea nuevas formas de creer. 

Para cerrar las entregas de nuestra encuesta 2024, nos queda un bonus track más grande que los usuales, así que decidimos hacer un quinto informe bis. En las próximas semanas lo estaremos publicando. ¿Nos gustan los contrastes? Sí, así que nos enfocaremos en nuestras valoraciones sobre la ciencia.

Análisis de resultados

Fecha de publicación
Marzo 2025

Idiomas
Español

Formato
.pdf

Resultados