¿Sirven los debates para elevar la información de la ciudadanía? ¿Influye la palabra de los candidatos en las posiciones temáticas de la opinión pública? Considerando la multidimensionalidad del fenómeno, procuramos analizar el impacto de los debates en el nivel de conocimiento de los candidatos, de sus propuestas y de los temas de debate, al igual que en el comportamiento electoral. Buscamos capturar la valoración social general del debate como un evento público y relevante.
¿Por qué? Los debates se han convertido en una rutina creciente en los procesos electorales, con más de 85 países actualmente realizan algún tipo de actividad similar durante sus procesos electorales. A pesar de esta práctica regular, no existen estudios sistemáticos y rigurosos sobre las percepciones públicas que se tienen sobre esta experiencia en Argentina. La mayor parte de la agenda académica y analítica se ha centrado, aunque no exclusivamente, en las democracias noroccidentales.
En el año 2019 se realizó el primer Debate Presidencial establecido por legislación nacional. Esa rica experiencia nos permitió llevar a cabo nuestra primera investigación sobre su impacto y efectos en las percepciones de la ciudadanía. El documento con los hallazgos fue reconocido en octubre del 2020 por la Asociación Latinoamericana de Investigación en Campañas Electorales (ALICE) como la “Mejor Investigación en Comunicación Política”. Toda esa experiencia nos motivó a continuar en este año 2023 con una segunda investigación para dos de los debates organizados por la Cámara Nacional Electoral.
Para llevarlo adelante reclutamos 110 votantes que presenciaron el debate presidencial en vivo en las aulas de la Universidad de Buenos Aires. En un primer momento, anterior al debate, los participantes respondieron un cuestionario desarrollado por nuestros equipos. Como segunda instancia siguieron el evento en vivo con dispositivos electrónicos adaptados a partir de los cuales buscamos capturar un registro cuantitativo continuo de evaluaciones de las exposiciones de los candidatos presidenciales. En el último paso, al finalizar el debate, los grupos se reunieron para una indagación cualitativa, también coordinada por especialistas de Pulsar.UBA. Esta triple fuente de información nos permite medir reacciones, estimar sus cambios y comprender su significado.
Como última instancia de indagación, cinco días después de la transmisión del debate presidencial, aplicamos un tercer cuestionario panel de forma telefónica a los/as mismos/as participantes que estuvieron presentes en el estudio en tiempo real. El objetivo de implementar esta encuesta es comprender las variaciones o continuidades de las variables estudiadas. La aplicación del cuestionario post-debate en los días posteriores al evento tiene la función de evaluar cuáles efectos se disuelven y cuáles sedimentan.